1 de noviembre de 2015

Todo lo que sí nos dijimos


Ellos se hablaban arañándose con cada verso. Se rasgaban la piel con cada beso. Callaban con cada te quiero. Porque lo que ellos tenían que decirse no necesitaba palabras. Se conformaban con estar juntos lo que dura un buen beso, y entonces, con las lenguas enredadas se declaraban amor eterno.

Ellos se amaban de aquella manera. Mordiéndose el alma. Sin despedidas. Con posdatas.

Lo nuestro


Nos hablábamos sin palabras. 
Nos devorábamos sin hambre. 
Nos besábamos sin labios. 
Nos mirábamos sin vernos. 
Nos amábamos sin corazón.

Porque nosotros nos hablábamos contra los labios. 
Nosotros nos devorábamos el corazón. 
Nosotros nos besábamos con palabras. 
Nosotros nos mirábamos con hambre. 
Nosotros nos amábamos a los ojos. 

Porque era nuestro.