16 de noviembre de 2013

A la medida


Algún día encontrarás a alguien a la medida. Que se olvide de tu pasado, de tus fracasos, que no le importe lo que fuiste, lo que hiciste, lo que algún día por malos actos tal vez perdiste. Alguien que te levante, que te perdone, que te cuide, que llore contigo y si es necesario te haga llorar, alguien que te entienda cuando ni siquiera tú lo haces. Alguien que al entrar en tu vida te hará saber por qué no funcionó nada con alguien más, alguien a la medida.


De amor


En estos momentos donde el alma agoniza recibiendo sacudidas de realidad, la inspiración me viene en forma de dolor. No es fácil dibujarlo con palabras, cuando duele de tal manera las metáforas se clavan como aguijones en el corazón. Un corazón que sangra por cada herida con tanta fuerza como aun late por ti. Qué fácil ha sido amarte y qué difícil olvidarte. Puede que no lo haga, tal vez eso que siento tan dentro de mi me impida hacerlo. Estoy rendida al amor, estoy convencida de ti. Y es por eso que no soy capaz de dejarte morir en mi. No se trata de esperanza, no es ilusión, es algo tan... no se, no puedo describirlo, simplemente lo siento con una fuerza y seguridad digna de mantener. Creo en esto, creo en el amor, porque lo revivo con cada bocanada de aire que asfixia mi alma recordándome que esto es real. Hoy me rindo a este sentimiento cruel en el que confío de una forma desconocida pero muy verdadera. Porque a veces llega algo y te toca, te golpea con tal fuerza que cuando intentas reponerte te das cuenta que tu realidad ha cambiado, ya nunca será la misma.